Ateez: De un sueño postergado a una realidad deslumbrante
Por Matias Arteaga | Jueves 31 de agosto 2023
La noche del 30 de agosto, el Movistar Arena se transformó en un santuario de adoración para los apasionados fanáticos de la boy band surcoreana Ateez. Con un lleno total y una anticipación palpable, la fanaticada, conocida como “Atiny", acudió desde temprano para presenciar a sus ídolos en vivo por primera vez en Chile. Un reencuentro postergado tras la cancelación del festival Music Bank Chile 2022 debido a razones de seguridad y adversidades climáticas. Esta vez, Ateez volvía con una gira épica: 'The Fellowship: Break The Wall'
La atmósfera estaba cargada de emoción y anticipación, y las Atiny no decepcionaron. Estaban listas para una noche de inmersión total en la música y el espectáculo, y eso es exactamente lo que obtuvieron durante las casi dos horas y media de actuación. El espectáculo, que comenzó cerca de las 21:30 hrs., experimentó un breve retraso debido a un minucioso control de seguridad necesario para garantizar la seguridad y evitar aglomeraciones. Aunque la ausencia de Jongho debido a una lesión no pasó desapercibida, sus compañeros Hongjoong, Seonghwa, Yunho, Yeosang, San y Wooyoung brillaron en el escenario.
A lo largo de la noche, Ateez presentó un repertorio de 22 canciones que abarcaban desde éxitos recientes hasta favoritos de sus comienzos. La energía fue palpable desde el primer acorde de “HALAZIA" del disco 'Spin Off: From the Witness', evocando recuerdos de la euforia generada por las boy bands en la década de 1990. Canción tras canción, el espectáculo continuó con éxitos como "Answer", "The Ring", “ALA HALA", "Dazzling Light", "Mist", "Aurora”, "Sunrise", "Illusion", "Wave", "WIN", "Horizon”, "Wonderland", y "BOUNCY", en la que tres afortunadas Atiny fueron seleccionadas para unirse a un desafío de baile con los ídolos en las pantallas gigantes.
Ateez no solo demostró su profesionalismo en el escenario al cantar y bailar con intensidad, sino que también se tomaron el tiempo de interactuar y expresar su amor y gratitud hacia sus seguidores. El espectáculo estuvo lleno de luces, humo, fuego, chispas y confeti, acompañado por un cuerpo de baile espectacular que realzó la energía del espectáculo. En términos técnicos, las visuales y el sonido estuvieron a la altura de las expectativas, reflejando el perfeccionismo que caracteriza a Ateez y sus agencias. El entusiasmo de los miembros se reflejó en su energía contagiosa y su disfrute evidente de la interacción con el público, quienes respondieron con gritos, halagos y muestras de amor.
Uno de los momentos cumbre del espectáculo fue la participación activa de los seguidores, que iluminaron cada rincón del Movistar Arena con miles de sticks luminosos y movimientos sincronizados que parecían parte de la coreografía misma.
La noche culminó con una versión especial de "The Real - Heung Version", dejando una sensación de felicidad y gratitud en el aire. Tanto la banda como el público compartieron una conexión emocional única, y la espera por el regreso completo de Ateez se sintió en cada corazón presente.
