Incubus en Chile: Cuando lo eterno se fortalece con hitos

Homero Ramírez| Viernes 4 de de abril de 2025

Fotografías: Guillermo Salazar

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Como si fueran músicos en plena evolución, y no consolidados, Incubus entregó todo en el escenario del Movistar Arena en la primera de tres noches especiales, donde el “Morning View” es el gran protagonista pero también las ganas de innovar y hacer las cosas de una mejor forma. Porque hasta los temazos pueden dar un salto de consolidación hacia un sonido más pulcro, más envolvente. Es que los años les permitieron salir a experimentar, a entender que la banda cuenta con múltiples universos por explorar y que no está mal despertarse a intentarlo todos los días.

Brandon Boyd y elenco arrancaron fuerte con la tríada compuesta por “Nice to Know You”, “Circles” y “Wish You Were Here”, animando automáticamente al recinto con una calentada a fuego rápido y rock del bueno. Y después de una virtuosa presentación de la icónica “11am”, los decibeles bajaron abruptamente para celebrar una versión acústica y ralentizada de “Blood on the Ground”, mientras que en “Echo” llegó el momento de Nicole Row de lucirse con una segunda voz que no sabíamos lo mucho que necesitábamos: la bajista le aporta a Boyd dulzura y carácter que hacen sentir gratificante el momento que constituye una renovación e invita a soñar con nuevas canciones con los dos tonos de voz conviviendo en la comodidad.

A la hora de optar por mutar claves de su carrera, el cierre de “Are You In?” llevó la música y la letra de “In The Air Tonight” de Phil Collins mientras que la intro de “Under My Umbrella” fue derechamente el coro de “Umbrella” de Rihanna en la intimidad del rincón derecho del escenario con un foco alumbrándolos a Brandon y Mike Einziger, que con su calidad hizo resonar su guitarra estruendosa durante la hora y 45 de presentación. Lamentablemente, su pipa tuvo problemas y “Aqueous Transmission” sonó ‘menos inmersiva’ de lo proyectado, pero bajo una envolvente oscuridad y teclados escalofriantes.

DJ Kilmore también se lució con la programación de sus sampleos, que se fusionan con la voz del frontman, y en “Vitamin” y “Pardon Me” tuvo la chance de lucirse, tal y como José Pasillas lo iba a hacer en “Anna Molly”, un carnaval de salto y griterío por recibir una pildorita del “Light Grenades”.

Incubus ama a Chile y Brandon -ya sin camisa- estaba atónito por las muestras de cariño, el status fiel del público para con un clásico como Morning View, que edificó esta visita triple y vendió más de 40.000 tickets, y con una sólida ejecución de “The Warmth”, el hermoso homenaje a Portishead con “Glory Box” y el desahogo final en “Drive” se fue una noche estupenda que deja en claro que los californianos siguen en proceso de maduración y que nunca es tarde para mirar en retrospectiva lo que tienes y sacarle el mejor provecho posible. Es que lo eterno se fortalece con hitos.