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Interpol en Chile 2024: Una velada de clásicos en Teatro Caupolicán


Interpol en Chile: Una velada de clásicos en Teatro Caupolicán

Por Matias Arteaga | Viernes 31 de mayo 2024

Fotografias: @guilleasalazar



Interpol, la banda neoyorquina que se ha erigido como un pilar del rock alternativo desde principios de los 2000, regresó a Santiago de Chile para ofrecer una noche inolvidable en el Teatro Caupolicán. Con discos tan emblemáticos como Turn On The Bright Lights (2002) y Antics (2004), Interpol ha dejado una marca indeleble en la escena musical global y ha cultivado una relación especial con sus seguidores chilenos, quienes se han mantenido fieles a lo largo de los años.


Interpol en Chile 2024: Una velada de clásicos en Teatro Caupolicán

El ambiente en el Teatro Caupolicán era eléctrico desde el momento en que las puertas se abrieron. Fanáticos de todas las edades llenaron el recinto, ansiosos por revivir los momentos más icónicos de una banda que ha sabido envejecer con gracia y mantener su relevancia. No se trataba de un concierto cualquiera; esta era una celebración de dos décadas de música que ha acompañado a muchos en sus momentos más memorables.


Interpol en Chile 2024: Una velada de clásicos en Teatro Caupolicán

A diferencia del show ofrecido en Viña del Mar un día antes, donde el setlist fue más ecléctico, en Santiago Interpol optó por una narrativa cronológica que llevó al público en un viaje musical desde sus inicios. La noche comenzó con "Specialist", una joya oculta que, aunque menos conocida, fue recibida con entusiasmo. Sin embargo, fue con la explosiva combinación de "Say Hello To The Angels" y "Obstacle 1" cuando el público realmente se encendió, creando una atmósfera de euforia que se mantendría durante todo el concierto.


Interpol en Chile 2024: Una velada de clásicos en Teatro Caupolicán

El sonido inconfundible de Interpol, caracterizado por sus guitarras atmosféricas y la voz distintiva de Paul Banks, llenó el teatro. A pesar de algunos problemas ocasionales con el audio, la conexión entre la banda y el público fue palpable. Banks, con su español sorprendentemente fluido, se dirigió a la audiencia en varias ocasiones, lo que no solo rompió la barrera del idioma, sino que también demostró un nivel de respeto y aprecio por sus seguidores chilenos.


El guitarrista Daniel Kessler, con su presencia magnética, mantuvo al público involucrado, a menudo gesticulando para animar a la multitud a aplaudir y participar. Su interacción con la audiencia, aunque sutil, fue efectiva para mantener la energía alta y el compromiso de todos los presentes.


Interpol en Chile 2024: Una velada de clásicos en Teatro Caupolicán

La primera mitad del concierto pasó en un abrir y cerrar de ojos, con Interpol interpretando casi todas las canciones de su álbum debut. "Stella Was a Diver and She Was Always Down" y "Leif Erikson" fueron momentos destacados, mostrando la capacidad de la banda para crear paisajes sonoros profundos y emocionalmente resonantes.


Interpol en Chile 2024: Una velada de clásicos en Teatro Caupolicán

Después de una breve pausa, la banda volvió al escenario para presentar Antics. Desde los primeros acordes de "Next Exit", quedó claro que la segunda mitad del show sería tan intensa como la primera. Canciones como "Evil" y "Narc" no solo mantuvieron la energía, sino que elevaron aún más el entusiasmo del público. La banda demostró su maestría para manejar dinámicas musicales y emocionales, llevando a los asistentes por un viaje que combinó nostalgia y una energía vibrante.


En total, el concierto duró poco más de una hora y media, pero para muchos, el tiempo pareció volar. Cada canción fue recibida con una mezcla de alegría y reverencia, reflejando el impacto duradero de la música de Interpol. Los interludios instrumentales, las luces cuidadosamente coreografiadas y la ejecución impecable de cada miembro de la banda contribuyeron a una experiencia que fue tanto visual como auditiva.


Interpol en Chile 2024: Una velada de clásicos en Teatro Caupolicán

El cierre del concierto, con un bis tranquilo que incluyó "Untitled", permitió a los fanáticos una despedida adecuada. La melancolía de la canción proporcionó un contraste perfecto con la intensidad de lo que había precedido, dejando a todos con una sensación de plenitud y satisfacción.


Al final de la noche, el Teatro Caupolicán se vació lentamente, con el público visiblemente emocionado y agradecido por haber sido parte de una celebración tan especial. Interpol había cumplido con creces las expectativas, entregando una actuación que no solo repasó dos décadas de su carrera, sino que también reafirmó su lugar en el corazón de sus seguidores chilenos. Fue una noche que quedará grabada en la memoria de todos los presentes, un testimonio del poder duradero de la música y de la conexión que puede forjar entre una banda y su audiencia.



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