top of page
  • Instagram
  • Youtube
  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn
  • CORREO

Lollapalooza Chile - Day 1: Santiago es la envidia del mundo


Lollapalooza Chile - Day 1: Santiago es la envidia del mundo

Homero Ramírez | Sábado 21de marzo de 2025

Fotografías: @lukascruzat



Síguenos en todas nuestras redes sociales como @allaccesscl


La decimotercera versión de Lollapalooza Chile se comenzó a desarrollar el viernes 21 en Parque Bicentenario Cerrillos con números sorprendentes en una agenda vanguardista de la que Olivia Rodrigo y RÜFÜS DU SOL se desprenden como platos fuertes que cualquier festival de primer nivel en el mundo envidiaría.



Se fue el verano y la edición 2025 del evento que convierte a Santiago en un epicentro de músicos de selección arrancó en los stages principales con un número tan icónico como Indios en el Cenco Malls. Los argentinos repasaron los 15 años de pop rock que les han permitido destacar en una escena súper exigente como la argentina, presentándose en los eventos de mayor calibre, con una actitud muy activa y algunos hits como “Ya Pasó” y “Tu Geografía”, que pusieron a corear a una multitud comprometida… y a los primeros fanáticos de Olivia Rodrigo que ya reservaron su lugar en las filas de adelante.


Elena Rose fue como una caricia al alma de los presentes, fundamentalmente de sus compatriotas venezolanos a los que abrazó después de cada canción y a los que le dedicó una jornada especial de la que se fue explotada de afecto. Respondió todos los “te amo” con la exacta frase, encontró fanaticada fiel que la acompañó en los coros que le han dado mayor reconocimiento y no permitió que hubiesen indiferentes durante su show pues supo exactamente cómo mantener la atención puesta en una propuesta fresca de romanticismo y pop.



Dante Spinetta apostó por su raíz funky y en su muy anticipado retorno a los escenarios tras tomarse una pausa elevó la temperatura de una tarde que no permitía descuidar la preocupación por el sol mientras, al frente, el hijo de una leyenda aprovechaba de las virtudes de su equipo de músicos para, con su voz, traer a escena el dulce recuerdo de Illya Kuryaki and The Valderramas. La gente respondió con entusiasmo a momentos como “Coolo”, un fan-favourite por excelencia.



Soulfia es, derechamente, una nueva Soulfia. O sea, no es que se haya alejado de lo que conocemos de ella, porque su talento es innegable y le ha valido un sitial importante dentro de la escena chilena, pero agarró sus canciones, las reversionó y las hizo más imponentes en vivo, llenó el escenario de baile con sus movimientos y los de sus 6 bailarinas e invitó a Kidd Voodoo a interpretar “bye bye”. Fue uno de esos conciertos que pasan a la historia, porque los fans la acompañaron en cada estrofa y se comprometieron con una lista de sencillos elegida con pinzas.



Joe Vasconcellos guió al festival hacia más raíces, pero las sudamericanas, en una hora de reencuentro, familia y conexión intergeneracional. Con el pasar de los minutos, himnos como “Huellas”, “Mágico Ideal”, “Hijo del Sol Luminoso” o “Las Seis” validaron la iconicidad del artista y un ensamblaje vasto de viento, cuerda y percusión. La fusión de la música del Joe logra conectar los sentidos más dispersos para comulgar en un solo sonido: el representativo.



Girl in Red sacudió cabezas, los puso a todos a cantar y ganó el mundial de la buena onda con un mood festivalero total. La noruega agarró la guitarra, hizo conexión con las primeras filas y corrió su escenario para empatizar con una audiencia que se llevó quizá la gran sorpresa del día. Y allí hay mucho más que “we fell in love in october”, porque en “bad idea”, “You Stupid Bitch”, “Serotonin” o “i wanna be your girlfriend” encontró recepción positiva y canto de un respetable que terminaba de aceptar la fase del sol con un número indie inolvidable de fondo.



Luego Benson Boone derrochó potencia y con su encanto (y volteretas por el aire) hizo la espera para Olivia súper grata, llena de “Beautiful Things” y dejó una semilla en un Chile que no solo ya le entregó su corazón, sino que lo hizo sentir como en casa, cómodo y con el espacio suficiente para mostrar su álbum debut como si fuera uno de los grandes. Su vozarrón y falsetes seguro que le permitirán alcanzar nuevos objetivos y pareciera no tener techo pues si lo que ha mostrado es apenas su primera dosis creativa de una carrera de la que esperamos mucho.



Si había que darle oportunidad a un show extremo ese era JPEGMAFIA. Peggy llegó, dijo que iba a cantar algunas canciones y que no tenía nada más para decir, pero en su música está el secreto: hubo moshpits, voló la tierra con los saltos desenfrenados de las filas cercanas a la pasarela del Perry’s y una puesta en escena escueta contrastó con la profundidad de las ideas del rapero que te lleva a los límites con su actitud atrevida frente a la vida, que a veces es más simple y se decide complicar.


Olivia Rodrigo fue el momento que esperó todo el parque desde la apertura de puertas, cuando los primeros fans corrieron para esperarla independiente de que hubiesen múltiples conciertos antes. Es más: antes de las 7 de la mañana se desplegó gente fuera del parque para ver un show de las 9 de la noche. Pero valió la pena cada minuto: el GUTS Tour pasó por Chile con lo mejorcito de “Sour” y, justamente, “Guts”, en una noche inolvidable que casi se empaña por lo apretada que estaba la vanguardia de la cancha. Pero nada pasó a mayores y luego de una interrupción de la producción volvió a desarrollarse con normalidad la jornada.


Olivia fue expresiva, icónica y deslumbrante en el primer concierto en Sudamérica de toda su carrera. Hizo caras porque siente lo que está cantando. En ella no hay dobles caras ni medias tintas: escribe desde la experiencia. Amó, le partieron el corazón, se levantó para volver a amar y amarse y hoy es una súper estrella que lidera los rankings y reversiona al rock algunos de sus éxitos pop. Es una artista completa que enamoró a Chile y puso a la multitud a cantar hasta llorar. Porque ahí la experiencia se vuelve sensorial: cuando el sonido traspasa tus fibras más sensibles.



RÜFÜS DU SOL ofreció un cierre de salón con un live set que nadie sabía que necesitaba pero que fue la última visita a lo sensorial. Su música electrónica es perfectamente ambiental y sabe de adornar momentos de tanto de experimentación como de fiesta y meditación. La música es mejor cuando estamos juntos escuchándola, como diría “Music is Better” que resonó en el final. En su gran oportunidad de liderar un festival grande, al igual que para Olivia que fue su primera vez como headliner, los RÜFÜS rompieron con lo cotidiano y triunfaron entre las luces y una ejecución impecable que por momentos se sentía que estar dentro de un sueño: del anhelo del dúo, que destacó como una de las razones principales para que el mundo mire por el retrovisor que algo grande está pasando en el fin del mundo. Puede ser sana pero es envidia la que sienten por lo que vive Santiago, pues este Lolla número 13 arrancó en lo más alto.



bottom of page