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Placebo en Chile 2024: El arte de la vigencia


Placebo en Chile 2024: El arte de la vigencia

Por Homero Ramírez | Jueves 21 de marzo 2024

Fotografías: @el.eme



Si hay una banda que tiene repertorio hasta para regalar es Placebo, pero a los londinenses no les va lo lógico y en su séptimo concierto en Chile han apostado en grande por “Never Let Me Go”, un octavo álbum de estudio que recorre el indie, sonidos electrónicos y otros neoglam, sin abandonar su eje, el péndulo del rock en el que se han movido por exactos 30 años de trayectoria.


Placebo en Chile 2024: El arte de la vigencia

En exactos 105 minutos de concierto, dos leyendas como Brian Molko y el sueco-luxemburgués Stefan Olsdal se acompañaron por el eterno Bill Lloyd, a quien le dedicaron “Happy Birthday in the Sky”, justo el corto que ha culminado con una ronda de cinco novedades, donde se destacaron una entrañable “Beautiful James” y la más punzante “Hugz”.


Y aunque la respuesta de un Movistar Arena soldout fue más bien de respeto que de conocimiento de los temas nuevos, no hay quejas gracias a un sonido de diez puntos, madurez total de músicos de contrastada calidad y gotas de nostalgia en medio de un océano de presente. “Bionic”, del homónimo debut de 1996, entró en la ecuación cual anillo al dedo. 


Placebo en Chile 2024: El arte de la vigencia

Otros de los highlights de la primera de dos citas con Placebo en Santiago durante la gira del 2024 fue “Too Many Friends” -con piano y violín- del bien requerido “Loud Like Love” (2013), con el belga Molko de bigote y todavía más nasal en la voz y potente en la guitarra, y justo antes de una tríada de clásicos de siempre compuesta por “Song to Say Goodbye”, “The Bitter End” y “Infra-red”, que cerraron el primer set aplacando la pena de quedarse esperando sin suerte joyas como “This Picture”, “Special Needs” o “Every You Every Me”, en shock fuera de la lista para que no gane el recuerdo y lo haga esa invitación a mirar para adelante.


Placebo en Chile 2024: El arte de la vigencia

Como una paradoja, y como si el pasado chocara con el ahora por necesidad, tras otro peak en “Taste In Men”, “Running Up That Hill (A Deal With God)” de Kate Bush remató la jornada entre la electrónica de cambio de siglo y el tempo ralentizado del mítico cover que pasó las dos décadas pero que recientemente volvió a escena gracias a que Stranger Things musicalizó su cuarta temporada con la versión original. A los genios de la movida alternativa les tomó diez años volver al país andino y quisieron demostrar con creces que el tiempo pasa y no en vano.


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