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Sábado de Creamfields 2024: El día que Swedish House Mafia estelarizó Chile


Sábado de Creamfields 2024: El día que Swedish House Mafia estelarizó Chile

Por Homero Ramírez | Domingo 17 de noviembre 2024



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En uno de los hitos más cruciales de la historia de Creamfields, el festival de música electrónica más importante de la agenda en Chile, Swedish House Mafia debutó en el país andino con un show de 10 puntos en un encantamiento generalizado tanto para los fanáticos que crecieron con sus imperdibles como para los recién enganchados que conectaron con el trío desde su reunión y vuelta a los escenarios.


Desde temprano había esa sensación en el aire de que el día iba a contener elementos épicos, y el equipo de ALLACCESSCL se trasladó a la hora de almuerzo hasta el Club Hípico para disfrutar propuestas como la del chileno Flak, que mantuvo prendida la fiesta del Main Stage a punta de éxitos del presente, y que se despidió agradecido por la oportunidad de coronar 7 años de carrera en un escenario principal, o la de Tini Gessler, catalana que empezó con el llenado de un Cream Stage que se convertiría en un carrete sin igual durante toda la tarde. Desde que Tini se apoderó de la pista que ese escenario no dio espacio a pausas entre beats house.


Archie Hamilton con Enzo Siragusa agarraron su posta y con un b2b de éxito asegurado fueron calentando un ambiente que fuera de aquella carpa de circo era de viento, gotitas amenazadoras de lluvia y frío por doquier. El dúo se las arregló para mantener la atención con beats energéticos, esos que provocan el baile sin reglas, tal y como lo haría el par que continuó con la responsabilidad del legado housero: Dennis Cruz y DJ Tennis, el primero una leyenda de múltiples pasos por Santiago y tan reconocidas mezclas, y el italiano un viejo crack que despeinó el set de dos horas para darle tintes tech house.


Llegaría el turno de dos icónicas del techno, Anfisa Letyago y Nina Kraviz, ambas parte de “Feral”, un Stage revolucionario y transgresor que incluyó pantallas hasta la mitad de su explanada y que en su construcción presentó una tarima en altura y muchos cortes que hacían ver a la estructura un tanto compleja y sobrecargada pero sin duda que un punto por creatividad.


Letyago no paró de bailar y regalar sonrisas en medio de sus beats repetitivos y muy pegados, y aquello la llevó a conquistar un dancefloor hipnotizado, donde el tiempo se detiene y por un momento la lógica está en el desmadre. Mientras tanto, Kraviz -también rusa- estuvo tan rigurosa y dura como de costumbre pero se abrió a la experimentación, misma que provocó pasos de baile menos arriesgados y mejor calculados. En dos horas, con café y tabaco en mano, harto minimal y esa acidez que solo uno de los números del día podía ofrecer.


Swedish House Mafia cerró el día en 75 minutos bien mezclados. Cupieron allí singles de hoy llevados hasta la atmósfera de Steve Angello, Sebastian Ingrosso y Axwell, esa tríada que en su peak se separó y que ha regresado para cerrar festivales con una onda irrepetible, propia de almas compenetradas con una idea: entregar calidad certificada de sonidos para la vida.


SHM mantuvo a la cancha, que todavía sufría algunos estragos de la lluvia caída, saltando y cantando coros los 75 minutos. Sorprendiéndose con el fuego que emergía desde las profundidades y aplaudiendo el artificio que volaba en las puntas del stage. Un show que perfectamente se puede suceder en larga duración en un estadio llevado a un contexto festivalero pero con fanáticos de un género que nos ha hecho bailar todo el siglo XXI.


Que “One”, que “Don’t You Worry Child”, que “Antidote”, que “Hooligans” (de S. A.), que “U Ok?”… No faltó nada. Ni “In My Mind” (de Dynoro) o “Freed From Desire” (GALA) en remix con “Sandstorm” (Darude). Letales en todo momento, sabiendo exactamente lo que necesitaba su público, que ha aplaudido a consciencia un espectáculo que esperó por años, vio imposible y finalmente hacerse una realidad para abrazar.


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